En el pueblo de Sant Feliu de Guixols, vamos a la calle Sicilia, junto al mirador de les triadores paramos y nos equipamos. Lo diferente del ambiente hace que tengamos una sensación especial. Tras bajar unas escaleras que terminan en un senderito, seguimos las indicaciones que nos llevan al inicio de la ferrata, en unos 5 minutos de aproximación.
Comienza con una travesía horizontal, un pequeño puente y una trepadita. Desde el primer momento nos deja encandilados.
La ferrata discurre en su mayor parte por travesías horizontales, con entretenidos cambios de vertiente, pero continuamente vamos viendo la pared algo desplomada que nos espera.
Tras llegar a un hueco donde una canal hace de escape, llegamos a la parte mas física de la ferrata, una pared que se supera en diagonal y donde hay un punto que el desplome se nota y nos hace tirar algo de brazos, lo pasamos sin problemas y continuamos zigzageando por las paredes, cruzamos otro puentecito y asomamos a una cala preciosa, donde unos pescadores nos preguntan si estamos locos... Igual un poco....
Tras la ultima travesía, la mas aérea y bonita para mi gusto, se llega al final de la ferrata. Subimos por un senderito con bastante pendiente hasta las escaleras que nos devuelven al mirador de les triadores, tras una hora y cuarto de disfrute pleno.
Yo que soy mas de monte que los jabalís, tengo que reconocer que ésta es una de las ferratas que mas me ha gustado, si no la que mas... El olor a mar, las olas rompiendo bajo los pies, el graznido de las gaviotas, las vistas y un trazado original y muy divertido hacen única a esta ferrata.
Pero no todo va a ser perfecto, la roca es muy muy abrasiva y cualquier roce nos puede hacer una buena herida, cuidadito con eso y a disfrutar.
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